José Luis Moya
"El Moya"
Hacia finales de los noventa (1996), comienza a tatuar de manera casual y totalmente autodidacta. Tras pasar por el mundo de la máquina taleguera, consigue un primer equipo semi-profesional en la tienda Nivel Cinematográfico, donde trabaja durante año y medio.
Al poco tiempo conoce a Peska, tatuador de Salamanca, quien le avala para conseguir sus primeras máquinas, tintas y herramientas profesionales.
En 1998 se incorpora a Faro King, el primer estudio de piercing de Zaragoza, propiedad de Máximo Mozos, con quien disfruta y aprende durante siete años. El Moya se convierte en su tatuador oficial y anillador de refuerzo.
En 2004, junto con un socio, Irezumi Studio. Durante cinco años viaja y participa en numerosas convenciones nacionales e internacionales (en Europa: Roma, Milán, Londres, Amsterdam; en EEUU: Sacramento, Long Beach, etc.).
Es en 2008 cuando da un paso más allá y monta su propio estudio, Kuro Neko Tattoo, donde continua en la actualidad.
También trabaja eventualmente en Victor Tattoo, estudio ejemplar de la ciudad irlandesa de Galway (gracias al contacto de Samuel Urtxaga).
José Luis Moya tiene el pulso firme pero la mente inquieta. Pese a su larga carrera, con casi veinte años de experiencia, el Moya sigue desarrollándose como artista, viajando y aprendiendo, y siguiendo, como si de una línea se tratara, la máxima de renovarse o morir.